
Ah, el Fyre Festival. Ese fiestón de lujo que prometía yates, modelos, sushi, influencers… y terminó dando sándwiches de pan Bimbo con queso amarillo en carpas de desastre natural. O sea, un tutorial de cómo no hacer un evento… con millones de dólares.
Pero más allá del desastre, el Fyre Festival es el ejemplo perfecto de branding vacío: mucho brillo, cero sustancia. Y sí, ya anunciaron Fyre 2.0 (porque al parecer el fuego no se apaga con memes). Vamos a destripar lo que salió mal y cómo un poquito de sentido común —y Tierra Media— habrían salvado el barco.}
- Vendieron una experiencia que ni existía
¿Isla privada con villas de lujo? Falso.
¿Comida gourmet? Mentira.
¿Lineup de artistas? ¡Tampoco!
Fyre vendió una fantasía digital con un tráiler nivel Marvel y un branding nivel Dior… pero sin logística, sin permisos y sin respeto por la inteligencia humana. El error: construir marca sin producto. Es como vender helado sin congelador.
- El poder (y peligro) del influencer marketing
Pagaron millones a Kendall Jenner y modelos de Victoria’s Secret para que subieran una historia naranja. Resultado: hype descomunal. Pero también fue el primer caso viral de publicidad engañosa patrocinada sin disclosure legal. BOOM. El branding se volvió boomerang.
- Cero planeación, mucho ego
El tipo detrás de todo, Billy McFarland, tenía más labia que plan. No había baños, ni vuelos, ni seguridad. Y eso que vendió boletos de hasta $100 mil USD. O sea, no era falta de lana, era falta de cerebro. Y cuando eso pasa, ni el mejor logo del mundo te salva.
- Sí, la gente compra humo… pero el humo se disipa rápido
El Fyre Festival demostró que el hype mal manejado es una bomba de tiempo. El marketing sin ética es como hacer brownies con chiles habaneros: vas a quemarte, aunque al principio huela rico.
- ¿Y Fyre 2?
Dicen que ya viene. Que ahora sí. Que será más grande, más épico. Pero nadie sabe ni cuándo ni dónde. Solo sabemos una cosa: si no contratan a una agencia con los pies en la tierra y la mente en las estrellas, el fuego se va a apagar antes de prender.
¿Quieres que tu evento no sea una tragedia con filtro de Instagram?
Entonces no juegues con fuego. Mejor llama a los que sí saben de experiencia, marca y producción real.
Tierra Media: branding con cerebro y pies descalzos en la arena, no en el lodo.